Todo está preparado para que el domingo
electoral en Venezuela la oposición de Capriles dé su propia versión de una
victoria electoral en el país bastión del ALBA. Una versión que ha sido monitoreada
y pre-fabricada desde fuera por los
servicios de inteligencia del neoliberalismo. Todo está preparado para hacer de
la farsa una realidad y de los resultados un escándalo mundial para acusar a
Hugo Chávez de haber auspiciado un golpe de Estado y ponerle el sanbenito, con la acusación de presidente
fraudulento, lo mismo que han querido hacer con Daniel Ortega en Nicaragua.
El neoliberalismo se disfraza de “demócrata”
y trata de engañar a la opinión publica exterior (occidental) porque la opinión
interior venezolana mayoritariamente está con la política social y socialista
de la Revolución Bolivariana, que claramente lucha contra la pobreza con
indudables logros.
No hay más que leer los titulares de diarios
“creídos” como EL PAIS, con una impronta mediática basada en los sentimientos y
emociones. Es la técnica que emplea la desinformación, una vez que han
constatado que el neocolonialismo está siendo derrotado en América Latina. Estamos
ante un nuevo montaje propiciado por la Alianza Atlántica y sus adláteres, que
han sido desenmascarados en el resto del Planeta. Es la nueva política norteamericana del
“compromiso compartido” que se ha puesto en marcha con bastante poco éxito en
Oriente Medio, donde la hegemonía occidental involucra a países como Marruecos,
Turquía y Arabia Saudí en el reparto del poder militar y de los mercados. Una política
bien diseñada por el genial Brzezinski [1],
crítico de las torpezas del ex-presidente George Bush Junior, hábil para dar el
liderazgo moral al “poder blando” de los medios invasores de la conciencia
colectiva.
A nadie se le escapa que el Occidente
neoliberal está perdiendo su correlación de fuerzas en Oriente Medio. Todo
dependerá del desenlace de la conspiración contra Siria. La habían perdido en
América Latina y en Asia. Para la agenda norteamericana es vital recuperar la
hegemonía perdida y buscan ahora tener éxito en el Pacífico. América Latina
cuenta mucho en esta cuenca oceánica. Venezuela no tiene puertos al Pacífico pero
tiene socios fraternos como Nicaragua, Ecuador y Bolivia que obstaculizarán el
proyecto de Nueva Hegemonía Norteamericana, como siempre depredadora. Es vital para
el neocolonialismo dar un Golpe al país líder del ALBA.
América Latina es el nuevo espacio mundial
donde se está ensayando una nueva sociedad, una nueva civilización de paz, de
igualdad, fraternidad y democracia directa de los pueblos, condiciones básicas
para erradicar la pobreza de sus tierras, secular debido a los saqueos de
antaño. La civilización del “pensamiento único” ha fracasado. El neoliberalismo
es el padre de la austeridad y la madre de todas las desgracias. Todavía en la
Unión Europa no hemos logrado quitarnos esta lacra de encima, pero si triunfara
el Golpe imperial en Venezuela, la izquierda europea tendría sobre su cabeza
una losa aplastante y no saldría del túnel en que entró con la falsa
prosperidad de las pasadas tres décadas, en la que se nos llevó al monumental
endeudamiento privado y público que hoy nos asfixia, mientras unos miles de
oportunistas insaciables, que llenaron sus cuentas corrientes con miles de
millones de euros, campan a sus anchas como inversores y especuladores
sangrando a la ciudadanía trabajadora.
Venezuela, no es solo Hugo Chávez, Venezuela
es un proyecto de liberación de la opresión y explotación del capital financiero sobre los pueblos. América
Latina hoy crece al 4% gracias a la Revolución Bolivariana, que retó con éxito
al imperio. La plusvalía y los excedentes de 200 millones de trabajadores ya no
se repatrían a
los EEUU ni a la Unión Europea con el descaro y la felonía de antaño. Los grandes
bancos y las multinacionales españolas
ya no obtienen sus ganancias supermillonarios en este Continente fértil y sano.
Los grandes capitales hispanos (BSCH, BBVA, TELEFONICA, REPSOL, HIDROELECTICAS,
etc.) pueden seguir invirtiendo pero con una cuota de beneficio compartida y ya
no saqueadora como ocurrió, con especial brillantez en la década de los 90.
Para la Unión Europea y en particular para
España y Alemania es vital seguir expoliando a América Latina. España es
atractiva para Europa porque es puente cultural de penetración de los
saqueadores. El ALBA puso coto a ese botín y
ahora se ofrece la oportunidad para revertir la situación. Por eso el
Golpe de Estado será mediático contra nosotros, los lectores, visores y oyentes
de los grandes medios de comunicación.
A nadie se le escapa que las empresas
mediáticas como PRISA y otras están tentadas a compartir el botín sobre América
Latina que se haría posible si triunfa el Golpe sobre Venezuela y por eso se involucran en esta Alianza
neoliberal con el “amigo” norteamericano. El capital financiero está siendo
golpeado por la crisis monetaria de la Unión Europea y se verá obligado a aceptar
quitas importantes como la que tuvieron que acordar en Grecia. Tendrán que
hacerlo con España, no hay duda en el FMI. La fabulosa deuda externa contraída
es, además de ilegítima, impagable al
100%.
Ante esa situación los acreedores, que han
prestado y siguen prestando el capital-dinero que obtuvieron ilegítimamente en la
década festiva de los 90, arrancado con el saqueo y el latrocinio demostrable,
quieren volver a las andadas en América Latina.
Para ello preparan el Golpe de Estado en Venezuela, que ya no puede ser
militar, pues esta baza quedó agotada. Tiene que ser mediático, como hicieron
en las dos últimas elecciones en México. Recordemos que PRISA silenció el Golpe
militar en Venezuela de 1992 y no pudo ocultar su disgusto cuando este fracasó.
Recordaba al Golpe en Honduras, cuando se silenció el papel motor del Pentágono.
Hoy Honduras es un país donde se asesina impunemente a periodistas y a abogados
de campesinos pobres. Y no digamos de Paraguay.
¿Por qué las élites de Occidente no aceptan
ser perdedoras en la democracia? ¿Por qué se valen de sus medios para
engañarnos? ¿Dónde está la libertad de expresión? Ya las izquierdas duras
abandonaron la lucha armada como medio para resolver los problemas de pobreza y
marginación de sus empobrecidos y humillados pueblos. ¿Qué harán si no se las
reconoce una victoria electoral? ¿Acaso no han hecho un flagrante fraude en México?
El dogma ahora es que la democracia no la pueden ganar aquellas fuerzas
políticas que van a invertir la dinámica de enriquecimiento de las élites y
empobrecimiento de los pueblos.
Asistiremos en estos días a una orquestada
campaña de engaños mediáticos, donde no faltarán los sabotajes, la manipulación
y la guerra encubierta [2], incluso
en terrorismo auto-infligido. Pero fracasarán una vez más porque la ciudadanía ya
ha adquirido cierto control sobre la información a través de las redes de
Internet. Y ahora podemos hablar y
llegar a una parte importante de la opinión publica. Lo vimos en la semana de
las movilizaciones ante el Congreso. Es por esto también que los servicios de
inteligencia de los EEUU y la UE buscan
un control de la información a través de Internet, la red de la libertad que
tenemos que defender y por la que lucharemos. Ellos sí que imponen censuras.
Cuando el Occidente neoliberal habla de libertad
de expresión, nosotros sabemos que no tenemos esa libertad en sus tabloides, ni
en las cadenas de TV, ni siquiera en las grandes emisoras de radio. La libertad
de expresión se nos negará cuando esa libertad ponga al descubierto y de cuenta
de las trampas, los sabotajes y las conspiraciones que preparan para impedir
que triunfe la justicia social. Además,
si gana Capriles, los tiburones de las privatizaciones, que están detrás, harán
su agosto, se repartirán el patrimonio público y Venezuela otra vez volverá a
la detestable pobreza.
José Torres Pérez
(Actualmente presidente de la Fundación RUBEN
DARIO-CAMPO CIUDAD)
Notas:
[1] EL
DILEMA DE EE.UU. ¿Dominación Global o liderazgo global? Zbigniew Brzezinkski. Edit. Paidós, Barcelona 2005. The Choice. Global Domination o Global Leadership. Primera edicc. Nueva York 2004
[2]
LA OPOSICION A CHAVEZ TOMA CARACAS, Luis Prados/Maye Primera, EL PAIS, 1 de octubre de
2012
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“El Sandinista debe tener un auténtico espíritu crítico, ya que tal espíritu de crítica constructiva le da consistencia mayor a la unidad y contribuye a su fortalecimiento y continuidad, entendiéndose que una crítica mal entendida que expone la unidad, pierde su sentido revolucionario y adquiere un carácter reaccionario.”
Comandante Carlos Fonseca Amador.
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