Forjar un liderazgo político verdadero es cosa seria. Implica entre otras cosas, estar junto al pueblo en las buenas y en las malas, ser consecuente con el discurso, cumplir lo prometido y siempre rendir cuentas claras.
Hace unos meses ha salido a luz pública el autodenominado liderazgo político de Don Fabio Gadea. Entendemos que se trata de un liderazgo de escritorio, fruto de reuniones con ciertos actores empresariales y en consulta con ciertas embajadas expertos en liderazgos virtuales, como si se tratara como expresa el dicho popular de "soplar y hacer botella".
En estos días la Prensa s.a, ha presentado los resultados de una encuesta, pagada por ellos, en donde Don Fabio tiene un 17% de preferencia, frente a un 47% del Comandante Daniel Ortega.
Para el análisis de estos resultados habría que preguntarse, cuánta gente ha oído hablar acerca de Don Fabio Gadea. Habría que interrogarse acerca de cuánta gente lo ha visto o ha compartido codo con codo en la infinitas emergencias de este país. En una palabra acerca de su vínculo histórico con los sectores populares donde está la inmensa mayoría de la población.
Los oyentes de Radio Corporación (su empresa radial) automáticamente lo identifican con Pancho Madrigal. Desgraciadamente para Don Fabio el personaje de Pancho Madrigal tiene un perfil de cuento de caminos, por cierto poco recomendable para endosarlo al perfil de un candidato a la Presidencia de la República.
Don Fabio ha cogido los guantes y se ha lanzado al ring sin pensarlo dos veces. Según sus risueñas respuestas su muy avanzada edad no le afecta en absoluto para ser Presidente de Nicaragua. No obstante, el sólo hecho de recorrer todo el país es una tarea ardua, máxime tratándose de un candidato casi desconocido que junto a sus giras debe ir tejiendo sus redes de acción. En tal caso su audacia y optimismo son dignos de reconocimiento.
Frente al liderazgo de Don Fabio está nada menos que el Comandante Daniel Ortega que es un líder fogueado, que desde su juventud ha estado junto a los humildes. El Comandante Daniel nunca ha sido líder de escritorio y jamás ha traicionado las causas justas. Ha prometido y cumplido, y eso vale, vale mucho.
Sabemos que Don Fabio cuenta con recursos económicos suficientes para sus giras por el país, por lo que le invitamos para que en alguno de sus viajes en helicóptero, o cuando esté en la parte alta de un cerro allá por el norte (que tanto le gusta hablar), mire atentamente hacia abajo y podrá ver el brillo intenso en muchísimos ranchitos. No son platos voladores sino láminas de zinc nuevecitas que el Comandante Daniel, como Presidente de la República ha entregado por miles y miles a familias pobres sin preguntar si son liberales o sandinistas.
También le sugerimos que se interrogue acerca de cuánta emoción habrá embargado a esas miles y miles de madres, la mayoría madres solas con seis o siete hijos, que de pronto ven llegar a su humilde casa a un grupo de jóvenes, limpia limpia la mirada que sin más nimás quitan el plástico negro del techo del rancho y proceden a instalar las láminas de zinc por orientaciones del Presidente Ortega.
Esa es la diferencia entre Don Fabio y el Comandante Daniel en términos de liderazgo. Daniel lo prometió y lo cumplió, y tiene la capacidad y el don de gentes de sentir profunda emoción al abrazar a Doña María y a Don José en cualquier barrio pobre y hablarles como a hermanos de los logros de la educación, y salud gratuitas, de las calles para el pueblo, y de los programas hambre cero y usura cero, con la integridad y el valor de la misión cumplida.
Recientemente hemos sido afectados por inundaciones y el lago de Managua ha desplazado a miles de familias. El Presidente Ortega en una gestión extraordinaria ha respondido como un estadista de primer orden. No me imagino a Don Fabio frente a una emergencia como ésta. Todos recordamos perfectamente el desastre del Gobierno del Sr. Alemán frente a las contingencias del Huracán Mitch, en donde sus Ministros (del PLC como Don Fabio) insistían en montarse a los helicópteros sin cerrar los paraguas, por aquello de la lluvia. Como olvidar la fanfarronadas del Sr. Alemán haciendo chacota con la desgracia de los muertos de Posoltega.
El comentario viene al caso porque los pobres lo que nunca les falta es el agradecimiento para quienes les han dado la mano en la desgracia. Por eso Don Fabio y Don Arnoldo no se asusten cuando en la próxima encuesta el Comandante Daniel llegue o sobrepase el 50%.
Quizás entre sus asesores, algunos de ellos antiguos sandinistas, puedan explicarle con detenimiento las diferencias entre la forja de un liderazgo popular, como el de Daniel, y el liderazgo de probeta inventado por cúpulas políticas y económicas.
Finalmente dejo para la reflexión un aforismo popular de gran vigencia para liderazgos inventados: "lo que natura non da, Salamanca non presta".
Hace unos meses ha salido a luz pública el autodenominado liderazgo político de Don Fabio Gadea. Entendemos que se trata de un liderazgo de escritorio, fruto de reuniones con ciertos actores empresariales y en consulta con ciertas embajadas expertos en liderazgos virtuales, como si se tratara como expresa el dicho popular de "soplar y hacer botella".
En estos días la Prensa s.a, ha presentado los resultados de una encuesta, pagada por ellos, en donde Don Fabio tiene un 17% de preferencia, frente a un 47% del Comandante Daniel Ortega.
Para el análisis de estos resultados habría que preguntarse, cuánta gente ha oído hablar acerca de Don Fabio Gadea. Habría que interrogarse acerca de cuánta gente lo ha visto o ha compartido codo con codo en la infinitas emergencias de este país. En una palabra acerca de su vínculo histórico con los sectores populares donde está la inmensa mayoría de la población.
Los oyentes de Radio Corporación (su empresa radial) automáticamente lo identifican con Pancho Madrigal. Desgraciadamente para Don Fabio el personaje de Pancho Madrigal tiene un perfil de cuento de caminos, por cierto poco recomendable para endosarlo al perfil de un candidato a la Presidencia de la República.
Don Fabio ha cogido los guantes y se ha lanzado al ring sin pensarlo dos veces. Según sus risueñas respuestas su muy avanzada edad no le afecta en absoluto para ser Presidente de Nicaragua. No obstante, el sólo hecho de recorrer todo el país es una tarea ardua, máxime tratándose de un candidato casi desconocido que junto a sus giras debe ir tejiendo sus redes de acción. En tal caso su audacia y optimismo son dignos de reconocimiento.
Frente al liderazgo de Don Fabio está nada menos que el Comandante Daniel Ortega que es un líder fogueado, que desde su juventud ha estado junto a los humildes. El Comandante Daniel nunca ha sido líder de escritorio y jamás ha traicionado las causas justas. Ha prometido y cumplido, y eso vale, vale mucho.
Sabemos que Don Fabio cuenta con recursos económicos suficientes para sus giras por el país, por lo que le invitamos para que en alguno de sus viajes en helicóptero, o cuando esté en la parte alta de un cerro allá por el norte (que tanto le gusta hablar), mire atentamente hacia abajo y podrá ver el brillo intenso en muchísimos ranchitos. No son platos voladores sino láminas de zinc nuevecitas que el Comandante Daniel, como Presidente de la República ha entregado por miles y miles a familias pobres sin preguntar si son liberales o sandinistas.
También le sugerimos que se interrogue acerca de cuánta emoción habrá embargado a esas miles y miles de madres, la mayoría madres solas con seis o siete hijos, que de pronto ven llegar a su humilde casa a un grupo de jóvenes, limpia limpia la mirada que sin más nimás quitan el plástico negro del techo del rancho y proceden a instalar las láminas de zinc por orientaciones del Presidente Ortega.
Esa es la diferencia entre Don Fabio y el Comandante Daniel en términos de liderazgo. Daniel lo prometió y lo cumplió, y tiene la capacidad y el don de gentes de sentir profunda emoción al abrazar a Doña María y a Don José en cualquier barrio pobre y hablarles como a hermanos de los logros de la educación, y salud gratuitas, de las calles para el pueblo, y de los programas hambre cero y usura cero, con la integridad y el valor de la misión cumplida.
Recientemente hemos sido afectados por inundaciones y el lago de Managua ha desplazado a miles de familias. El Presidente Ortega en una gestión extraordinaria ha respondido como un estadista de primer orden. No me imagino a Don Fabio frente a una emergencia como ésta. Todos recordamos perfectamente el desastre del Gobierno del Sr. Alemán frente a las contingencias del Huracán Mitch, en donde sus Ministros (del PLC como Don Fabio) insistían en montarse a los helicópteros sin cerrar los paraguas, por aquello de la lluvia. Como olvidar la fanfarronadas del Sr. Alemán haciendo chacota con la desgracia de los muertos de Posoltega.
El comentario viene al caso porque los pobres lo que nunca les falta es el agradecimiento para quienes les han dado la mano en la desgracia. Por eso Don Fabio y Don Arnoldo no se asusten cuando en la próxima encuesta el Comandante Daniel llegue o sobrepase el 50%.
Quizás entre sus asesores, algunos de ellos antiguos sandinistas, puedan explicarle con detenimiento las diferencias entre la forja de un liderazgo popular, como el de Daniel, y el liderazgo de probeta inventado por cúpulas políticas y económicas.
Finalmente dejo para la reflexión un aforismo popular de gran vigencia para liderazgos inventados: "lo que natura non da, Salamanca non presta".
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“El Sandinista debe tener un auténtico espíritu crítico, ya que tal espíritu de crítica constructiva le da consistencia mayor a la unidad y contribuye a su fortalecimiento y continuidad, entendiéndose que una crítica mal entendida que expone la unidad, pierde su sentido revolucionario y adquiere un carácter reaccionario.”
Comandante Carlos Fonseca Amador.
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