Nicaragua: Un país con Seguridad ciudadana

Miércoles, 09 de Junio de 2010 22:44 Multinoticias, Canal 4. Comentario de William Grigsby

laluchasigue.org

Seguridad ciudadana

Uno de los mayores orgullos que tenemos en Nicaragua, es la Institución Policial, la Policía Nacional, que no es otra cosa que sus policías, varones y mujeres.
La Institución en fin de cuentas, son los seres humanos, no es la Institución allá arriba, como que si existiera por sí sola. Si no existieran seres humanos, varones y mujeres, que día y noche trabajan incansablemente por garantizar la seguridad de los y las nicaragüenses, pues entonces no existiría la Institución.De manera que esos policías y esas policías son motivos de orgullo del pueblo de Nicaragua, y son su fruto, han nacido de su propio seno, comenzamos en 1979, y todavía seguimos; y lo que nos falta, el siglo que nos falta, los dos siglos que nos faltan, mientras sea necesario una Policía para resguardar el orden y la seguridad de la población, pues ahí tendremos la Policía Nacional surgida, repito, del seno del mismo pueblo.Sin embargo, el hecho de que somos el país más seguro de Centroamérica, que así lo reconoce muchísima gente, extranjeros de todo tipo de nacionalidades y sin distingos de color político, ni ideológico, ese hecho no debe significar que nos vamos a dormir en nuestros laureles. Y a menudo, cada vez con mayor frecuencia, escuchamos quejas de la gente, de que la Policía no está a tiempo para atender sus demandas, que no sabe atender sus denuncias, y que no sabe o no quiere o no puede, perseguir a quienes cometen los delitos.De manera que en ese panorama, debemos hacer un gran esfuerzo, entre todos, entre ciudadanos y policías, porque, de una u otra manera, esa seguridad, que hasta ahora hemos disfrutado durante todos estos años, no signifique una mer-cancía, es decir, que no se termine deteriorando al punto de equiparar a los otros países centroamericanos. Y ese es un esfuerzo conjunto.Pero queremos citar algunos ejemplos que deben preocupar a la Policía Nacional, empecemos con lo ocurrido en El Jicaral... La rebelión de toda una comarca, de todos los campesinos y las campesinas de una comarca, que se rebelan contra la Policía y contra el Juzgado, debe preocuparle a la Policía Nacional; sobre todo porque, mientras el Juzgado dice que no ha emitido orden de captura contra el líder campesino de la Comarca Las Mojarras, la Policía dice que atiende una Orden Judicial. ¿A quién, entonces, tenemos que creerle? Eso debe preocuparle a la Policía Nacional, no se puede andar prestando a ser instrumento para satisfacer la avaricia de los terratenientes o de los aspirantes a terratenientes, que llegan con el único afán de hacer daño, de apoderarse de tierras que no han trabajado y que ya tienen dueños, que son los campesinos. Ese es un ejemplo.Pero hay otro ejemplo... lo ocurrido en Catarina, que a su vez es derivado de lo ocurrido en Diriomo, cuando se mató a un muchacho en circuns-tancias que ya el Poder Judicial se ha encargado de esclarecer. Eso también debe de ser motivo de preocupación.Pero al mismo tiempo, la Policía ha tenido ini-ciativas que sería saludable que las generalizara, queremos citar una... La Policía Nacional, su Jefa, la Primer Comisionada Aminta Granera, se fue a Chontales a inaugurar dos Delegaciones hace unas tres semanas, y aprovechó la ocasión para reunirse con la población, con Delegados, con gente común y corriente de todos los Municipios en donde están ubicadas estas Delegaciones; y el encuentro fue muy fructífero.Ese tipo de encuentros ¿por qué no generalizarlos en todo el país? Y no necesariamente que sea la Primer Comisionada la que lo atienda; los Jefes de Delegación de cada Municipio, de cada Distrito, en el caso de Managua, deberían tener como norma, un encuentro periódico con la gente para conocer cómo está, en la práctica, en el terreno, la Seguridad Ciudadana; cómo percibe la gente el trabajo de la Policía, si tiene quejas, si tiene denuncias, y saberlas evacuar.Y creo que la Policía también, debería de hacer otro esfuerzo y es, que en sus oficinas debería utilizar métodos que agilizaran los procedimientos para colocar una denuncia, porque probablemente es de las cosas que más se queja la gente y, ya no se diga el patrullaje. Nunca antes en los últimos 20 años, la Policía Nacional ha dispuesto de tantos recursos como ahora, con este Gobierno. Pese a todas las dificultades que hay en el país, el Gobierno ha hecho un esfuerzo muy importante para dotarla de motocicletas, de camionetas, nuevecitas además. Ha hecho también un esfuerzo muy importante por dignificar el trabajo de los policías y las policías, construyendo edifica-ciones, precisamente, dignas.Entonces hay que corresponder a ese esfuerzo, incrementando el trabajo o colectivizando ese trabajo, de forma tal que se pueda percibir, a partir de los ciudadanos, de la sensación de los ciudadanos, que efectivamente somos un país más seguro. Las estadísticas a veces son engañosas, y el principal criterio debe ser el criterio de la gente, y en el encuentro con la gente, en la fusión entre la Policía y el pueblo, está el secreto de garantizar que Nicaragua, efectivamente sea el país más seguro de Centroamérica y de toda América Latina.Es un desafío para la Policía Nacional, pero también es un desafío para nosotros los ciuda-danos que organizados y en conjunto con la Policía Nacional, podemos garantizar ese país seguro.La lucha es el más alto de los cantos, y unidos... ¡somos invencibles!