Ahora que está de moda entre los políticos recortar los derechos laborales y sociales para hacer frente a la crisis, se ha sabido que el monto económico proporcionado por los estados del “mundo desarrollado” para salvar a los bancos, supone el 25% -aproximadamente 9,6 billones de dólares- de su PIB, al menos es lo que ha revelado un informe confidencial del FMI y la Comisión Europea.
Son dos las secuelas más graves de esta maniobra; el preocupante aumento de la deuda pública -en los países del G-20 será de 40%-, o lo que es lo mismos, una nefasta herencia para la futuras generaciones; y el incremento del paro, que en la UE ha crecido en un 45% desde el inicio de la crisis financiera.
En la próxima reunión del G-20 –en Toronto- se propondrá que la banca asuma el coste de los gastos públicos, debate que ya se está dejando sentir en el seno de los países más afectados por la crisis financiera.
Estemos atentos, somos los más susceptibles a ser engañados…
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“El Sandinista debe tener un auténtico espíritu crítico, ya que tal espíritu de crítica constructiva le da consistencia mayor a la unidad y contribuye a su fortalecimiento y continuidad, entendiéndose que una crítica mal entendida que expone la unidad, pierde su sentido revolucionario y adquiere un carácter reaccionario.”
Comandante Carlos Fonseca Amador.
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