domingo, 22 de mayo de 2011

De dirigidos a dirigentes. Por Sergi Jiménez


Estamos ante una protesta generalizada que nace de una profunda desconexión entre la representatividad que debieran ejercer nuestros representantes políticos en beneficio de cada uno de sus votantes, (que les delega mediante el derecho a voto la parte de soberanía que constitucionalmente le pertenece) y la real representatividad que se está ejerciendo actualmente, que principalmente beneficia al capital, a los mercados y a los propios mecanismos que sostienen el sistema.

Primero de todo debiéramos entender que la política debe estar al servicio de las personas y no las personas al servicio de la política, y más aún cuando la representatividad que se delega no corresponde con un correcto uso legislativo. Llegados a este punto, una de las primeras demandas que debieran cumplirse y que más se han podido oír en las asambleas que he presenciado en Plaça Catalunya, es la de la transformación de una democracia representativa a una democracia participativa.

No sé aún a dónde nos lleva esta protesta masiva, ni cuáles debieran ser los correctos mecanismos de participación en un hipotético nuevo sistema electoral de participación más directa, pero lo que es cierto es que para aquellos que crean en una democracia participativa deben ser conscientes que participar exige responsabilidad.

La participación debe empezar desde ya, debemos entender y asumir nuestra responsabilidad como sujetos políticos, sujetos con posibilidad de acción política sin necesaria pertenencia a un partido político. No es necesario esperar a que el mecanismo de representación soñado aparezca por arte de magia para empezar a participar en este intento de reconstrucción democrática, se debe empezar ya a construir mediante la participación. Si queremos pasar de dirigidos a dirigentes debemos empezar a dirigir, a dirigir nuestras vidas, a participar en la obra de un nuevo orden que se vislumbra en el horizonte, pero que aún está muy lejos.

Cuando hablo de dirigir y participar entiendo que cada uno debe hacerlo según su capacidad, capacidad de influencia y capacidad de número de posibles influidos, mediante cualquier mecanismo de participación, y nuestro mejor mecanismo es Internet y la interacción cara a cara. Dejo un mensaje para aquellos que sueñan con ser pequeños dirigentes de una democracia participativa para la creación de una sociedad más justa y más equitativa:

“Comiencen ya, desde su entorno más inmediato, a participar responsablemente y activamente en este proceso de trasformación social, dé a conocer las injusticias y las propuestas que demanda el pueblo, explique y exponga las suyas, tenga visión crítica, escuche, opine, exponga, debata, pero sobre todo participe en el despertar de las conciencias, actúe desde ya como un dirigente y no como un dirigido.”


Comité de Solidaridad Sandinista.


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“El Sandinista debe tener un auténtico espíritu crítico, ya que tal espíritu de crítica constructiva le da consistencia mayor a la unidad y contribuye a su fortalecimiento y continuidad, entendiéndose que una crítica mal entendida que expone la unidad, pierde su sentido revolucionario y adquiere un carácter reaccionario.”

Comandante Carlos Fonseca Amador.

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