Resulta tragicómico que en la mayoría de las Cartas Magnas en sus preámbulos se hace referencia a que todos los ciudadanos nacemos iguales ante la ley, independientemente de nuestras condiciones económica, racial, ideológicas, religiosas, de género, etc.; sin embargo, en la naturaleza misma de la cultura social está el punto de partida de la discriminación y desigualdad…; así pues, está el que nace siendo rey, y el que inicia viendo el mundo como un simple súbdito, el que nace explotador y el que lo hace explotado, el que nace teniéndolo todo y al que todo el falta… Pero el mayor lastre para conseguir la igualdad entre los ciudadanos son los dogmas religiosos que permiten la discriminación de aquellos que no se ajustan a lo contenido en las creencias, y que socialmente son aceptadas como irrefutables verdades.
En ese sentido y por enésima vez, la iglesia católica de Nicaragua –a través de la conferencia episcopal y haciendo gala de su tendencia totalitaria- igual que todas sus homólogas, se han pronunciado en contra de la posibilidad de que personas del mismo sexo tengan el derecho a unirse en matrimonio, y como siempre apelando a la defensa de la familia –su visión fundamental- y los valores tradicionales, olvidando que la realidad es que la familia no es una estructura homogénea, sino, un mosaico social, que incluye desde monoparentales –especialmente abundante en Nicaragua (madres solteras)- hasta familias homoparentales. Y aunque a la fecha no se ha presentado una ley en la Asamblea Nacional que regularice las uniones homosexuales -recordemos que hasta hace unos pocos años la conducta homosexual era tipificada como delito (la ley fue derogada por el GRUN y el FSLN)–, esperemos que la procuraduría creada por el gobierno con el fin de atender los derechos de ese grupo social discriminado lo haga con prontitud.
En todo caso, cabe destacar que la iniciativa del gobierno de dar visibilidad a esa minoría de "segunda" va en la correcta dirección de proporcionar los debidos derechos, reconocimiento y deberes recogidos en la constitución política de la republica, del grupo en cuestión…
“… los comunistas son, pues, el sector más resuelto de los partidos obreros de todos los países, el sector que siempre impulsa adelanta a los demás…”
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“El Sandinista debe tener un auténtico espíritu crítico, ya que tal espíritu de crítica constructiva le da consistencia mayor a la unidad y contribuye a su fortalecimiento y continuidad, entendiéndose que una crítica mal entendida que expone la unidad, pierde su sentido revolucionario y adquiere un carácter reaccionario.”
Comandante Carlos Fonseca Amador.
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