lunes, 14 de junio de 2010

Nicaragua libre de minas antipersonales

“Programa Nacional de Desminado nos cambió la vida"
13 de Junio de 2010 Carlos Espinoza Flores El 19


Veinte años después de terminado el conflicto militar impuesto por EEUU en los años ochenta, Nicaragua cerrará definitivamente esa etapa de su historia al ser declarada libre de minas antipersonales, las cuales no sólo dejaron muerte y sufrimiento en las familias campesinas del norte del país, sino también graves consecuencias económicas debido a la incapacidad de poder producir en los campos minados.
No obstante, gracias al Programa Nacional de Desminado Humanitario, realizado por el Ejército de Nicaragua con el apoyo de organismos internacionales, hoy son cientos los productores que cultivan con toda seguridad sus fincas contribuyendo de esta manera al desarrollo de su región y del país entero.
Asesinos ocultos
Atrás quedó la amenaza de esos asesinos ocultos. Hoy de lo único de que se habla es de producir, cultivar y sacar provecho a las grandes riquezas naturales de una zona privilegiada en clima, montañas, agua y, a como señalan sus pobladores, del mejor café de Nicaragua.
“Cuando llegó la paz al país teníamos el serio problema de que los trabajadores podrían quedar lisiados o los propios dueños de las propiedades, pero gracias al desminado, a la acción de los zapadores del Ejército, de todo ese esfuerzo que se ha hecho, hoy ya tenemos bastante tranquilidad”, señaló Mauricio Paguaga, productor cafetalero del municipio de Mozonte.
Durante el proceso de desminado, que inició apenas concluida la guerra, también se construyeron caminos de acceso, lo que ha permitido a los productores de café sacar las cosechas. “Los beneficiados directos hemos sido nosotros los productores de café”, destacó Paguaga.
La inseguridad que representaban las minas lo embargaba todo, pues no había nada que se no estuviera sembrado de estos artefactos. Hasta las mismas fuentes de agua podían albergar en sus entrañas al enemigo.
“La gente campesina, nosotros como productores sentimos un gran alivio al ver que ahora podemos penetrar (a los campos de cultivo) sin ninguna dificultad, al ver que podemos ir a una fuente de agua a beber y sin encontrar ningún peligro. Hoy hemos recuperado todo. Se puede decir que ya se puede trabajar tranquilamente”, dijo, por su parte, Donaldo Cuadra Dávila, quien se dedica al cultivo del café, a la crianza de ganado y a la producción de granos básicos en el municipio de San Fernando.
La gente de la zona recuerda cómo en el transcurso de esta noble labor, los soldados de las fuerzas armadas no sólo se encargaban de desminar las montañas, sino también en colaborar con ellos en todas sus necesidades. “Fue una labor muy buena”, señaló Genaro Herrera, habitante de ese mismo municipio. “Ellos (los soldados del Ejército) nos curaban a los enfermos, los atendían, y luego los traían al centro de salud”, agregó.
Herrera, productor cafetalero, se mostró igualmente agradecido con los países y cooperantes internacionales, pues sin ellos este trabajo hubiera sido imposible de ejecutar.
Como que si fuera ayer, recordó aquellos días cuando los soldados nicaragüenses se internaban en plena época de invierno entre las montañas con todos sus equipos a cumplir con su deber. “A veces la lluvia no los dejaba trabajar, pero siempre insistieron y llevaron a cabo su programa, su trabajo, su objetivo de desminado”, dijo lleno de agradecimiento.
Un potencial turístico aún sin explotar
El potencial turístico de Las Segovias es inigualable, estando a la altura cualquier otro sitio de Nicaragua. Marvin Ortega, edil del bello y pintoresco municipio de San Fernando, aseguró que ahora el objetivo de ellos es dedicar todos sus esfuerzos en aprovechar toda su riqueza paisajística y en recursos naturales.
San Fernando cuenta con hervideros, conocidos por sus pobladores como “los geiseres”, y tiene el honor de contar entre sus hijos al cerro El Mogotón, (perteneciente a la cordillera de Dipilto y Jalapa), cuyos 2,107 metros sobre el nivel del mar lo convierten en el pico más alto del país.
Una labor que costó dolor y muerte
El proceso de desminado no ha sido una tarea fácil. Las más de 170 mil minas desactivadas y destruidas dejaron lisiados o muertos a muchos soldados, quienes expusieron su vida por eliminar esa amenaza de los campos de cultivo.
Durante este proceso, según las fuerzas armadas, hubo 23 accidentes, dejando un saldo de 6 soldados muertos y 20 más “con diversos tipos de amputación y pérdida de visión”.
Reconversión del cuerpo de ingenieros
Tras concluir el programa, el Ejército dejará en operación un componente de zapadores del Cuerpo de Ingenieros quienes se encargarán de dar respuesta a los casos denuncias o emergencias que se puedan presentar debido a la aparición de cualquiera de estos artefactos perdidos tras el proceso de desminado.
El general en jefe de las fuerzas armadas Julio César Avilés dijo que el 18 de este mes está programada la finalización oficial del programa de desminado, y para ello se realizará un acto oficial presidido por el Presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra.
Dijo que a partir de ahora se estará trabajando en la reconversión del Cuerpo de Ingenieros para que apoyen en al pueblo de Nicaragua en la reparación de caminos rurales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

“El Sandinista debe tener un auténtico espíritu crítico, ya que tal espíritu de crítica constructiva le da consistencia mayor a la unidad y contribuye a su fortalecimiento y continuidad, entendiéndose que una crítica mal entendida que expone la unidad, pierde su sentido revolucionario y adquiere un carácter reaccionario.”

Comandante Carlos Fonseca Amador.

*Tus comentario son bienvenidos –todos-, solo pedimos que mantengas el respeto…