domingo, 13 de junio de 2010

La Crisis y los Bancos en Nicaragua.




Los efectos de la crisis económica mundial, se inician en Estados Unidos, por el colapso de los créditos hipotecarios, llegando hasta Europa y los demás países del planeta. Estos efectos lo notan directamente, la población con menos recursos económicos. Que endeudada por bancos usureros y con el visto bueno de los gobiernos, no pudieron hacer frente a los contratos de créditos que habían firmado con dichos bancos. A este fenómeno se le denominó “La Crisis de los Países Desarrollados”, y está llegó,  a los países en vías de desarrollo,  como es el caso de Nicaragua. 
Si revisamos la historia del sistema financiero de Nicaragua, en los años 90, al caer el gobierno nacido de la revolución popular sandinista, cayó también, la banca estatal. Con ello se originaron un grupo de bancos privados, que hasta el día de hoy, siguen siendo, los encargados de desarrollar el servicio de crédito y de ahorro del país. En este sentido, como efecto de la crisis, los bancos encargados de este negocio redondo en el país, han trasladado  esos efectos en la población Nicaragüense. Debido a que el gobierno no les inyecta capital para “salvarlos”, como hicieron en los países desarrollados. Por lo que la crisis se ha trasladado hacia la población más pobre.
Los efectos de la crisis en los bancos, ha dado como resultado una clara desaceleración del crédito y un aumento de la morosidad. Pero no han colapsado, ni han sido intervenidos ningún banco en la región centroamericana. Han resistido a la crisis y mantienen altos niveles de solvencia, pero inciden directamente en la recesión, ya que no otorgan préstamos como antes, por la inseguridad económica. Y esa desaceleración del crédito, daña aún más las economías de estos países. En Nicaragua observamos que hasta septiembre del 2009, el crédito total decreció en un 12.60%.
El caso de este país, que a través de los diputados y su poder legislativo, propone y lleva a cabo una ley llamada: “Ley especial para el establecimiento de condiciones básicas y de garantía para la renegociación de adeudos entre las instituciones micro financieras y deudores en mora”. Denominada por el partido de derecha liberal y los medios, como ley de moratoria. Todos los diputados firmaron a favor, pero  los medios de comunicación mienten como suele suceder siempre.  Dicha ley avalada también por ASOMIF (Asociación Nicaragüense de Instituciones de Microfinanzas), la tachan de inconstitucional. Y no podría ser diferente esta denominación por su parte, puesto que representan a los banqueros nicaragüenses. Del pueblo endeudado, nadie dice nada.
La iniciativa de esta ley fue presentada el 25 de junio del 2009, y fue aprobada el 12 de abril del 2010. Llevando a cabo una legislación para la gran mayoría, ya que procura mejorar las condiciones de los clientes que han caído en impagos, y esta dirigida a proteger la justicia social del país.
La ley ordena suspender durante 180 días: los embargos o desalojos de bienes inmuebles; la retención de prendas; embargos de salarios; prohíbe embargar medios de trabajo, medios de producción y otros medios de servicio, y finalmente, decreta 120 días para renegociar las deudas con una tasa de interés del 16%. Además, suspende los juicios y propone de 4 a 5 años para los plazos de las deudas renegociadas.  Y, otra vez, el gobierno del frente sandinista vuelve a ser tachado de populista, por proteger a los pobres, a los endeudados y a los que no pueden pagar los créditos y las hipotecas.
Para dejar de ser populista dicho gobierno debería haber inyectado dinero a los bancos. Debería  proteger a los grupos de familias pudientes del país, a los inversionistas y las empresas trasnacionales. Pero esta vez no ha sido así. Una vez más, un gobierno socialista, hace su trabajo: frenar los bancos usureros.
Si el estado Español solucionara los mismos problemas como el estado de Nicaragua, ¿cuánta gente se beneficiaría? Muchas familias españolas al no poder pagar sus hipotecas pierden sus casas, y a la calle, el gobierno soluciona al banco, la familia se soluciona sola su problema. En definitiva,  Capitalismo Salvaje y socialismo verdadero, son distantes.


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Comandante Carlos Fonseca Amador.

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