Mi verdad.

 Por Pedro José Madrigal Reyes.

La verdad es que nunca entenderé -ni deseo entender-, el porqué antiguos integrantes del sandinismo hoy arremeten contra todo lo que huele a izquierda, y no hacen asco a unirse a los planteamientos del embajador del país que dinamitó todas las posibilidades de la revolución sandinista y a la extrema derecha europea; en realidad sí que entiendo parte del asunto, todo se debe al billete verde, trato de favores, garantías de mantener un puesto de trabajo o la publicación de algún libro que previsiblemente obtendrá un premio…, al punto que hoy han constituido ese heterogéneo grupo al que se ha dado en denominar “derecha postmoderna”, un grupo más beligerante –si eso es posible- que la derecha tradicional, claro está que con el apoyo de los consorcios informativos domésticos e internacionales…, defensores de la burgueses y oligarcas.

Pero lo que más lástima me suscita de estos personajes, es su papel jugado tras la pérdida del gobierno por el FSLN en las elecciones de 1990, nunca más volvieron a ser los mismo –o simplemente volvieron por sus fueros, el que estaba bajo el atuendo guerrillero–; recordemos que durante la revolución se aglutinó a todos los sectores nicaragüenses -campesinado, obreros, y burgueses (causa última de la segregación del sandinismo)- contrarios a la dictadura, incluidos los que únicamente querían ocupar su lugar pero no un cambio de sistema; tras la pérdida del poder ya no guardaron más las apariencias y nunca más tuvieron el coraje de combatir y denunciar los atropellos cometidos durante 16 años por el neoliberalismo en contra del pueblo nicaragüense –la situación social fue dramática-, ahora que el FSLN ha vuelto a ocupar el gobierno los postmodernos han alzado su voz, dejando de lado sus viejas luchas –las nuestras-, obviando los logros conseguido entonces y ahora, al punto que algunas de sus manifestaciones sólo pueden tener la connotación de repugnantes, es el único calificativo que tiene el reclamar más democrático al dictador Somoza, que al gobierno salido de las urnas…

En realidad yo no viví todo el proceso de la revolución -por mi edad-, pero me siento orgulloso, profundamente orgulloso de ser parte de una familia que ha estado en la vanguardia de las luchas desde que A.C. Sandino tomó las armas, que caminó junto al General Santos López –el único general de Sandino que vivió el nacimiento del FSLN-, junto a Martiniano –seudónimo del comandante Carlos Fonseca Amador-, y por ello heredero de la voluntad de pertenecer, luchar y perseguir el tan deseado fin de las injusticias y el entreguismo que ha caracterizado a la inmensa mayoría de la clase política; y continuó formando parte de ese anhelo, continuó formando parte de las nuevas luchas y de las viejas…; y no tolero que la inmundicia que emana de esos sujetos deshonre la memoria de aquellos que dieron su vida, y a los que no la dieron pero estuvieron dispuestos a morir por la causa sin que ello significara beneficios personales… Es en esos hombres y mujeres donde reside la verdadera revolución; por la que se luchó, por la que hoy luchamos ya no como un sueño, sino como una necesidad…

*Fotos de Pedro Meyer.