domingo, 16 de mayo de 2010

De recortes presupuestarios y derechos.

Por Pedro José Madrigal Reyes.

El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapateroen realidad socialdemócratas- anunció que recortará el gasto social –pensionistas (rompe 25 años de subidas, contemplado en el pacto de Toledo), funcionarios, dependencia (no se llegó a aplicar plenamente), recortes laborales, etc.-; con el fin de cumplir con el pacto de estabilidad de la UE. Pero lo curiosos es que un gobierno que se dice de vocación social sólo encuentre en los recortes sociales la salida al problema –mientras los dirigentes sindicales callan- y deja intacto presupuestos destinados a mantener al capitalismo neoliberal y a los causantes últimos de la crisis –sector financiero-; no es despreciable que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) recibió -con cargo a los Presupuestos Generales de 2009- €6.750 millones, así como las emisiones de deuda posteriores cuya dotación prevista es de €90.000 millones. Es entendible que en una situación como lo actual se busquen soluciones pero lo que no es entendible es que ninguna de las reformas fiscales afecte a los grandes patrimonios; o lo que es lo mismo, las medidas solo afectan a la clase trabajadora.
Pero también hay sectores que se salvan del recorte, y que se caracterizan por su ingente gasto…, es el caso del presupuesto destinado a gasto militar; de hecho, si se retiraran las tropas de Afganistán, Líbano y Somalia el estado ahorraría €750 millones/año, también se podría congela la partida destinada para invertir en armamento durante el 2010 –unos €1.400 millones-; estos recortes harían innecesario el recorte social de los sectores más sensibles y vulnerables.
Desde algunos sectores económicos se ha apuntado –no sin razón-, que a través de la eliminación de las casillas de asignación tributaria para la iglesia católica de la declaración del IRPF, se incrementaría en €250 millones los ingresos de libre asignación.
Sin olvidar que con combatir el fraude fiscal -23 al 25% del PIB- y reducirlo a la mitad, especialmente empresarial, se solventarían todos los escollos derivados de la crisis financiera, y haría innecesario el recorte social planteado…
Así pues la vocación social no lo es tal si desentrañamos la realidad.

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